La música en la ciudad de Guanajuato
Etnomusicólogo Victor Heredia Arriaga
El Festival Cervantino y los escenarios musicales
La ciudad de Guanajuato, año con año, se convierte en la sede del evento artístico y cultural más importante de México y Latinoamérica, el Festival Internacional Cervantino, el cual ocupa un sitio especial entre los cuatro festivales más destacados de artes escénicas en el mundo. Este acontecimiento mantiene un vínculo muy estrecho con la ciudad de Guanajuato, el Festival convoca a lo más destacado de las expresiones artísticas de distintas latitudes, las cuales conviven –durante varios días– con el singular ambiente de esta ciudad, así como con sus tradiciones y expresiones sonoras. Su celebración promueve el encuentro e intercambio entre culturas nacionales y extranjeras, da a conocer las cualidades y atractivos de esta ciudad y otorga prestigio al estado y a la república mexicana en su conjunto.
El origen del Festival se encuentra en los Entremeses Cervantinos, que desde 1953 el director teatral, Enrique Ruelas, con un grupo de actores del Teatro Universitario de Guanajuato, empezó a representar en las plazas de la ciudad, utilizando el entorno arquitectónico como escenario. La consecuencia de estas puestas en escena, llevó a instaurar formalmente el Festival Internacional Cervantino en 1972, el cual celebrará en este 2018 su emisión número cuarenta y seis. Este encuentro es un escaparate donde se presenta lo mejor de las artes del mundo y un importantísimo foro para las expresiones musicales más diversas.
Durante los 19 días que dura el Festival, se ofrece –en distintos foros de la ciudad– una selecta muestra de expresiones musicales de distintos orígenes: música tradicional y popular de Guanajuato y de distintas entidades de México; música de concierto de diferentes etapas, lugares y compositores; así como las manifestaciones musicales más diversas que se crean en ciudades y pueblos de todo el orbe. Desde el año 2000, cada emisión del Festival está dedicado a un estado de la república y a un país específico.
Cada año están presentes músicos y agrupaciones guanajuatenses de distintos lugares y de diversos géneros musicales, entre ellos podemos mencionar: la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, el conjunto de huapango arribeño de Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú, la Estudiantina de la Universidad de Guanajuato, el ensamble de música antigua Los Tiempos Pasados, el grupo Alacrán del Cántaro, la Tuna de Oro de Guanajuato, el director de cine, teatro y ópera Juan Ibáñez y el Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato.
La ciudad de Guanajuato cuenta con una infraestructura cultural de primer orden, la cual da cabida a una amplia gama de manifestaciones musicales como parte de su dinámica cultural cotidiana. Cuenta con recintos como: los Teatros: Juárez, Cervantes y Principal, el conjunto arquitectónico de la Alhóndiga de Granaditas, el Club Trasnoche, los Auditorios: General de la Universidad de Guanajuato, de Minas y del Estado, el Mesón de San Antonio, el Salón del Consejo Universitario, los Templos: de la Compañía y la Valenciana, la Ex Hacienda de San Gabriel de Barrera, el Centro Cultural Mariel, la Ex Estación del Ferrocarril: Anfiteatro, las Plazas: del Cantador, San Fernando y San Roque, el Museo Iconográfico del Quijote, la Cancha de Cristal y el parque Los Pastitos.
Las calles, callejones y plazas forman parte del gran escenario artístico y musical de la ciudad de Guanajuato, en ellas se llevan a cabo las tradicionales Callejoneadas, recorridos a pie por los sitios más importantes del Centro Histórico, acompañados por estudiantinas y tunas que interpretan canciones típicas del estado, ejecutan bailes y narran leyendas guanajuatenses. Las estudiantinas y tunas se conforman por distintos instrumentos musicales, entre ellos: bandurrias, laúdes, guitarras, panderetas, contrabajo y acordeón.
Música y músicos de Guanajuato
El estado de Guanajuato es la cuna de importantes compositores e intérpretes, que con reconocidas trayectorias han dado fama internacional a la música mexicana, entre ellos se encuentran: Juventino Rosas (Santa Cruz, 1868), José Alfredo Jiménez (Dolores Hidalgo, 1926), María Grever (León Guanajuato, 1885), Jesús Elizarrarás (Ciudad de Guanajuato, 1908), Joaquín Pardavé (Pénjamo, 1900), Jorge Negrete (Silao, 1911) y Pedro Vargas (San Miguel de Allende, 1926).
Dos de ellos jugaron un papel medular en el desarrollo, consolidación y promoción de la canción ranchera, una de las expresiones de la música popular más difundidas y conocidas de México. Yolanda Moreno Rivas, en su obra Historia de la música popular mexicana, nos dice:
“Faltaba, sin embargo, la presencia de un autor significativo para la total evolución del género ranchero: José Alfredo Jiménez. En el año de 1951 aparecieron sus canciones Yo, Ella y Cuatro Caminos. El paso que dio la canción ranchera fue definitivo”. (Moreno, 1989: 193)
Otras piezas de este autor destinadas a incorporarse en el repertorio inolvidable de la música mexicana son: Un mundo raro, El último trago, Te solté la rienda, Caminos de Guanajuato, Si nos dejan, Amanecí en tus brazos, Las botas de charro y El Rey, entre muchas otras.
Con relación a Jorge Negrete, nos comenta:
“Negrete inició la primera fase del mito del charro cantor. Su publicidad estuvo instrumentada siempre en ese sentido, y aunque el actor realizó diversos géneros de películas, sería recordado principalmente por sus papeles y sus canciones más bravíos que continuaban el clima y la temática ranchera de ¡Ay Jalisco no te rajes!”. (Moreno, 1989: 203)
Otras piezas emblemáticas interpretadas por el Charro Cantor son: México lindo y querido, Parranda larga, ¡Yo soy mexicano!, La negra noche, Paloma querida, Qué suerte la mía, El hijo del pueblo, El jinete, La que se fue, entre muchas otras.
El compositor Jesús Elizarrarás, oriundo de la ciudad de Guanajuato y autor de piezas como: Tierra de mis amores (considerada el himno de Guanajuato), Tengo a quien querer, Dos corazones, Nostalgia, Guanajuato te vengo a cantar, Serenata a Guanajuato o Muchacha de Guanajuato; en una entrevista ofrecida al programa de radio “Voces interiores”, producido por la Coordinación Nacional del Programa de Descentralización y Radio Educación en 1995, consideraba que los géneros y expresiones representativas del estado de Guanajuato eran: la música ranchera, la valona del bajío, la canción ranchera y romántica, así como los repertorios interpretados por las estudiantinas y tunas que recorren las calles y plazas de esta Ciudad.
Música tradicional de Guanajuato
Unas de las manifestaciones más significativas de la música tradicional de Guanajuato, es el denominado huapango arribeño, que conjuntamente con la poesía decimal campesina se cultivan en la región de la Sierra Gorda en los estados de Guanajuato, San Luis Potosí y Querétaro. El huapango arribeño tiene presencia en el noreste de Guanajuato en la Sierra Gorda, abarcando municipios como: Xichú, San Luis de la Paz, Atarjea, Victoria y Santa Catarina.
Con base en los planteamientos de Eliazar Velázquez en su libro Poetas y juglares de la Sierra Gorda, podemos decir que el evento primordial donde se desarrolla y cultiva el huapango arribeño es la “topada”. En el ámbito de la fiesta y el baile, los trovadores llevan a cabo confrontaciones artísticas durante toda la noche, acompañados por sus respectivas agrupaciones. El trovador ejecuta una guitarra quinta (o huapanguera), el resto del conjunto arribeño puede estar conformado por dos violines, una vihuela o una jarana y voces. Durante las “topadas” se abordan distintas temáticas, que pueden ser históricas, sociales, políticas, humorísticas o religiosas y se utilizan recursos expresivos como la poesía trovada, la improvisación de versos y la música de valonas, jarabes y sones.
Otras manifestaciones de la música tradicional de Guanajuato, se encuentran en los bailes regionales distintivos de esta entidad, entre los que destacan: el Jarabe gatuno, el Jarabe guanajuatense y El mosco. También sobresalen los repertorios interpretados por las bandas de alientos, los cuales incluyen: polkas, marchas, valses, pasos dobles, oberturas y fantasías, entre otros géneros musicales. Destacan las bandas del sur del estado en municipios como Salvatierra y Villagrán.
Finalmente, es importante mencionar a las culturas musicales de los pueblos indígenas establecidos en el estado: otomíes, chichimecas, nahuas y mazahuas, cuya población total es de aproximadamente 15,000 habitantes. Sus expresiones musicales se manifiestan principalmente durante las celebraciones tradicionales y ceremonias religiosas, realizadas en diferentes pueblos y comunidades.
Fuentes consultadas:
Conaculta, Dirección General de Vinculación Cultural, “Entrevista a Jesús Elizarrarás”, Voces interiores, México, 28/08/1995. Consultado en la Audioteca Octavio Paz, Fonoteca Nacional, número de inventario FN10010192015.
Festival Internacional Cervantino, en: https://festivalcervantino.gob.mx/2018/index.php
Montoya, Luis, “Bandas de viento, tradición e identidad en el sur de Guanajuato”, en Revista Digital Universitaria, volumen 10, número 12, México, Coordinación de Publicaciones Digitales- DGSCA- UNAM, 01/12/2009, http://www.revista.unam.mx/vol.10/num12/art95/art95.pdf
Moreno, Yolanda, Historia de la música popular mexicana, México, Conaculta- Editorial Patria, 1989.
Velázquez, Eliazar, Poetas y juglares de la Sierra Gorda. Crónicas y conversaciones, colección De Guanajuato al mundo, México, Conaculta- Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato- Ediciones la Rana, 2004. |