Turismo Religioso
 

 

   
 
 

 

 

La peregrinación

La peregrinación ocupa un lugar particular en la vida cristiana, así como en otras expresiones religiosas no cristianas. Es uno de los elementos propios de las religiones presentes en el mundo además de la oración y del ayuno. Así pues, la peregrinación es una experiencia común a la humanidad desde su origen, expresa un carácter “cultural” de encuentro con la divinidad, fundada en la memoria colectiva fundante a través de los ritos, símbolos y signos.

La peregrinación cristiana hunde sus raíces en el Antiguo Testamento. El pueblo de Israel fue un pueblo en camino, en marcha, en peregrinación, de Egipto a Canaán, y después del destierro a Jerusalén. Esta caravana sobre todo en sus etapas decisivas, se halla descrita en la Biblia como una gran marcha festiva, con cantos, instrumentos musicales y estandartes. El Dios de Israel estaba con su pueblo, compartía con él la condición de los nómadas hasta su entrada en el Templo.

“Ponerse en camino” es la actitud inmediata del peregrino, “actitud” que expresa ante todo un camino interior, una marcha espiritual, que busca una transformación que debe manifestarse al retornar a la vida cotidiana, con el corazón cambiado.
La peregrinación cristiana es un momento particular que expresa nuestro peregrinar hacia nuestra patria definitiva, pues somos errantes peregrinos, en busca de un destino, ciudad de eternidad. Somos peregrinos de este mundo, ciudadanos del cielo. Nuestro destino último está en el cielo.

Toda peregrinación cristiana tiene como meta el Santuario. El Santuario es el lugar santo donde Dios ha hablado y habla todavía a su pueblo por medio de un acontecimiento, el testimonio de un martirio, la vida de un santo, y en primerísimo lugar, por la Virgen María, Madre de Cristo, Madre de Dios.

El Santuario es el lugar donde el peregrino debe poder reconciliarse con Dios, con la Iglesia, con los hermanos, consigo mismo, y descubrir que es enviado en misión a anunciar esta Buena Nueva que ha cambiado su vida.

El Santuario debe ser para el peregrino un lugar donde acuda a beber de las fuentes de la salvación, a través de la escucha de la Palabra de Dios, de su participación en los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía, así como de las demás variadas expresiones de la religiosidad popular: vivencia de la caridad, de las danzas, de las ofrendas y exvotos, de las bendiciones, de la imposición de escapularios, de novenas, mandas, promesas y en la asociación de cofradías.

Los Santuarios marianos juegan un papel fundamental en el ámbito de las peregrinaciones cristianas, pues ellos atestiguan la presencia particular de la Virgen en la vida de la Iglesia, formando parte a veces del patrimonio espiritual y cultural de un pueblo; lugares privilegiados donde los fieles deseosos de consolidar su fe, buscan el encuentro con Dios y con la Madre del Señor.

Así pues, teniendo en cuenta estas consideraciones emanadas del Magisterio de la Iglesia Católica, los invitamos a realizar su peregrinación con nosotros con la impronta de nuestra empresa, ofreciéndoles los mejores servicios de calidad, atención y profesionalidad para que hagan de su peregrinación la mejor experiencia de su vida.

ATENTAMENTE.
City Explorer México.

 
   
 

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