Villa Protectora de San Miguel de Allende

Mtra. Claudia Guillén

Presentación

Debido a la necesidad de proteger el acceso norte del Camino Real de Tierra Adentro, primer ruta cultural en América, el monje franciscano Fray Juan de San Miguel fundó La Villa Protectora de San Miguel el Grande en 1542, era una población fortificada que protegía a los viajeros y sus mercancías de los ataques de indígenas chichimecas. Debido a la falta de agua y a las constantes amenazas, los pobladores de la Villa de San Miguel tuvieron que mudarse algunos kilómetros al noreste. La población creció y en 1826 recibió el título de ciudad, cambiando su nombre a San Miguel de Allende en honor a Ignacio Allende, caudillo de la Independencia Nacional.

A finales del siglo XVIII, se convirtió en un importante centro comercial, industrial y agrícola, pues era paso obligado en el traslado de la plata y lugar de abastecimiento de diversas mercancías, fue durante esta época cuando se construyeron la mayoría de sus edificios civiles y religiosos en estilo ecléctico conformado por el barroco y los “neos” neoclásico y neogótico, siendo la Parroquia de San Miguel Arcángel el mejor ejemplo de ello.

En el 2008 la Ciudad de San Miguel de Allende y el Santuario de Atotonilco, lugar donde Miguel Hidalgo tomó el estandarte de la Virgen de Guadalupe con el que se proclamó la Independencia de México, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad bajo el título de “Villa Protectora de San Miguel y Santuario de Jesús de Nazareno de Atotonilco”. La traza urbana de este conjunto es de forma reticular con algunas sinuosidades generadas por la topografía del lugar, cuenta con 68 manzanas, numerosas iglesias católicas, grandes casonas, muchas de ellas convertidas en exclusivas galerías, boutiques, restaurantes y hoteles. Su imagen urbana es embellecida por sus calles empedradas, espléndidos espacios públicos y una admirable continuidad estética en sus fachadas pintadas en tonos ocres y rojizos, adornadas con detalles de cantera tanto en pretiles como en marcos de puertas y ventanas, en algunos casos particulares, con fuentes públicas, también se puede disfrutar una variada vegetación que embellece terrazas y jardines debido a su clima templado.

Criterios para su declaratoria:

(ii y iv) ii. Representa un importante intercambio de valores humanos, durante un periodo de tiempo y dentro de un área cultural, así como el desarrollo de la arquitectura, las artes monumentales, la planificación urbana y el diseño de paisajes. iii. Constituye un testimonio único y excepcional de una tradición cultural.

¿Qué lugares debemos visitar?

Edificios Religiosos: Parroquia de San Miguel Arcángel, Templo del Oratorio San Felipe Neri, Templo de San Rafael, Templo de San Antonio de Padua, Templo de San Francisco, Templo de Santa Ana, Capilla del Calvario, Templo de Nuestra Señora de la Salud y Santuario de Atotonilco (la Capilla Sixtina de América), entre otros.

Museos: Museo Casa de Allende, Museo del Juguete Popular Mexicano y Museo de la Máscara.

Mercados: Mercado de Artesanías, Mercado Ignacio Ramírez, Mercado de Artesanías el Mirador, y Mercado de San Juan de Dios.

Espacios abiertos: Plaza Principal, Jardín Allende, El Parque Benito Juárez, Paseo del Chorro y las plazas y plazuelas de los templos.

Zonas arqueológicas cercanas: Cañada de la Virgen.

Arquitectura civil: Casa de los condes de Canal, Antiguo Palacio Municipal, Oficina de Correos, Biblioteca Pública, Teatro Ángela peralta, Casa del Mayorazgo de la Canal, Instituto Allende y el Centro Cultural Ignacio Ramírez.

¿Qué podemos degustar?

Gastronomía: Enchiladas mineras, fiambre de San Miguel de Allende, pacholas y tumbagones, entre otros.

¿Qué podemos comprar?

Artesanías: Artesanías de vidrio soplado, hierro forjado, tallado en madera, papel maché, latón, y lana.

¿A qué festividades podemos asistir, qué veremos y cuándo?