Zona de Monumentos Históricos de
Tlacotalpan
Mtra. Claudia Guillén
Presentación
Antes de la época virreinal, la Zona de Monumentos de Tlacotalpan se encontraba habitada por
totonacas y olmecas dedicados principalmente a la pesca y a la alfarería, sin embargo, en el siglo
XV fueron sometidos por los aztecas quienes la bautizaron como Tlacotalpan, de la voz náhuatl:
Tlaco-Mitad, Tal-Tierra, y Pan-En, “En medio de la tierra”. Anualmente se festejaba a
Chalchitlicue, la diosa de las aguas, celebración que permanece hasta nuestros días ahora en honor
a la virgen de la Candelaria.
El primer encuentro con los españoles se dio en 1518 cuando Pedro de Alvarado navegó sobre el
río Papaloapan, pero fue hasta 1532, cuando los españoles se repartieron las tierras y Alfonso
Romero instaló muy cerca del lugar, en Lerdo de Tejada, el primer trapiche de la Nueva España.
Para 1541 las autoridades novohispanas la definieron como alcaldía mayor de la “Isla de la
Candelaria” en honor a la virgen. Su desarrollo se debió principalmente a la producción de dos
haciendas cercanas a la ribera, por lo que pronto se convirtió en el pueblo de indios de “San
Cristóbal Tlacotalpan”, su riqueza empezó a notarse y los filibusteros que acechaban el golfo
pronto se presentaron para saquear a la ciudad.
El pueblo fue creciendo y para el siglo XVII se había convertido en el centro comercial de la
región hacia donde llegaba y salía la mercancía nacional y extranjera, como comestibles, maderas y
pieles que se distribuían a Veracruz y la capital de la Nueva España. A mediados del siglo XIX, se
instaló la primera despepitadora con la cual se tuvo gran auge en la industria del algodón que se
enviaba a Puebla para la elaboración de textiles, a la par, crecía la ganadería y la exportación de
madera, lo que trajo como consecuencia que muchos europeos y criollos decidieran vivir en
Tlacotalpan, quienes fueron construyendo sus viviendas en el centro, pues ahí se encontraban los
principales edificios y servicios, obligando así a los indígenas a trasladarse a la periferia.
Durante la Independencia Juan Bautista estableció en este lugar su centro de operaciones para
pelear contra los insurgentes, al mismo tiempo que se consolidaba como la ruta comercial de la
región que comprendía Veracruz, Nueva Orleans, La Habana y Burdeos, situación que duró 13
años, quedando después como centro de cabotaje. Años más tarde la ciudad fue nuevamente blanco
de dos invasiones, la norteamericana y la francesa, pero los veracruzanos la defendieron
heroicamente y resultaron victoriosos, en honor a ello, le otorgaron el título de ciudad, en la cual,
por cuestiones políticas, se estableció temporalmente la capital del estado.
En este período prosperó nuevamente la ganadería, la industria azucarera y el comercio con otros
puertos como el de la Habana, Caracas, Guinea, Marsella y algunos de Estados Unidos se
fortaleció, alcanzando así un importante desarrollo económico, político, social y cultural. Durante
el mandato de Juárez, Porfirio Díaz se refugió en Tlacotalpan, quizá por ello, cuando este logró ser
el presidente de México, favoreció a la ciudad con la modernización de las haciendas cañeras,
instaló numerosos ingenios y mandó construir un ferrocarril expresamente para esta industria, en
esta época se le nombró “Tlacotalpan de Porfirio Díaz”, pero terminado su mandato volvió a ser
Tlacotalpan.
La ciudad de Tlacotalpan, por su ubicación estratégica, ha sido un punto de producción y
exportación de productos desde la época virreinal, así como también objeto de diversos ataques, ha
sido participe de grandes momentos de transformación para el país, tuvo épocas prosperidad
económica, gracias a productos como el algodón y la caña, la riqueza que trajo consigo la
comercialización de sus mercancías se ve reflejada en su hermosa arquitectura civil
correspondiente al período neoclásico del siglo XVII, sus casonas se caracterizan principalmente
por ser de un solo nivel, con techos de teja a dos aguas, muros coloridos, ventanas con estupendos
trabajos de herrería, y un espacio semipúblico de transición que se forma a partir de la unión
ininterrumpida de los corredores techados adornados con columnas de diversas formas y estilos
creando así un sendero de sombra para el caminante, cabe señalar que la mayoría de sus casas aún
conserva el mobiliario y los pisos de la época. Su traza urbana es en forma reticular paralela al río,
con calles anchas y desarrollada a partir de la Plaza Mayor, flaqueada por el templo de la
Candelaria, las casas del Cabildo y la antigua cárcel, es una de las ciudades Patrimonio más
pequeñas de México y su fiesta de la Candelaria es reconocida a nivel mundial, la Ciudad de
Tlacotalpan fue nombrada Zona de Monumentos Históricos, Patrimonio Cultural de la Humanidad
por la UNESCO en 1998.
Criterios para su declaratoria:
(ii y iv)
ii. Representa un importante intercambio de valores humanos, durante un periodo de tiempo
y dentro de un área cultural, así como el desarrollo de la arquitectura, las artes
monumentales, la planificación urbana y el diseño de paisajes.
iv. Constituye un testimonio único, y excepcional de una tradición cultural.
¿Qué lugares debemos visitar?
Edificios Religiosos: Templo de Nuestra Señora de Candelaria, Parroquia de San Cristóbal,
Templo de San Miguelito.
Museos: Agustín Lara, Jarocho Salvador Ferrando
Mercados: Mercado Municipal
Espacios abiertos: Parque Ignacio Zaragoza, Plazuela Agustín Lara, Plaza Hidalgo, Plazuela de
Doña Martha, Plaza Colón, Parque Nicolás Bravo y Alameda Juárez
Arquitectura civil: Palacio Municipal, Teatro Nezahualcóyotl, Casa de la Cultura y las Artes
Agustín Lara y Casa Artesanal Rafaela Murillo
¿Qué podemos degustar?
Gastronomía: Caldo de mariscos y de pescado, arroz a la tumbada, mondongo, tamales de elote,
de cazuela de anís y de tepiste, empanadas de caracol, de camarón, de queso y de carne, gorditas,
acamayas, tapado de jolote y tortitas de tismiche, entre otros.
Postres: Torito de guanábana, cacahuate, jobo, coco, además de otros sabores, naranjas rellenas
de coco, entre otros
¿Qué podemos comprar?
Textiles: Artículos de encaje fino
Artesanías: Elaboradas en cerámica
¿Qué podemos escuchar?
Música: Sones jarochos
¿A qué festividades podemos asistir, qué veremos y cuándo?
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